En su disco homenaje al rock argentino, Inconsciente Colectivo, Fabiana Cantilo le agradece a Daniela Herrero por “ser hada”. Cuando uno se para frente a esta niña de tan sólo 20 años, nada puede desviar el concepto que le aplicó la ex pareja de Fito Páez. Ni sus zapatillas All Star gastadas, el cinturón de tachas, el top desgarrado o su guante con los dedos recortados, puede restarle protagonismo a su expresión de inocencia, la mirada angelical.

Quizá, todo esto fue lo que vieron los autores de la tira Costumbres Argentinas, para sumarla como refresco entre tanto dinosaurio televisivo. Así, con apenas un disco en la calle y ni siquiera haber cumplido la mayoría de edad, Daniela comenzó a tutearse con la fama a escala superior. Mientras la pantalla chica escupía inventos como Bandana y Mambrú, ella tomaba la tangente con canciones propias. Para mal o para bien, pero propias al fin. Lejos de los estudios del mercado teen.

Minutos antes de grabar junto a Fena una participación en el programa 10M, la niña Herrero se sienta frente al espejo para hablar de su tercer intento solista, de sus influencias y de algo que, inconscientemente, la obsesiona: el tiempo.

Cuando editaste el disco anterior aún eras parte de una tira exitosa (Costumbres Argentinas), mientras que ahora, con la salida de El Espejo, no estás en la televisión. ¿Eso cambia las expectativas?

En realidad, este disco fue grabado en un momento de transición. Fue un gran cambio en todo sentido. Si bien lo grabó la misma persona, cada disco tiene su etapa, y para hacerlo tardé casi dos años. La verdad que es alucinante, el resultado es genial, estoy muy contenta. También, me quise tomar un tiempo porque no me quería equivocar. Después de hacer Costumbres Argentinas, necesitaba dedicarle tiempo a la música. Por suerte pude hacerlo porque me tomé un año entero para componer, juntarme con la banda y ensayar los temas.

Parece que no estuviste muy a gusto con tu participación en la pantalla chica…

Fue raro porque yo venía haciendo música y de repente entro a la televisión, donde se manejan otros tiempos. Y, en su momento sí, renegué mucho… Pero después me lo tomé como algo más. Fue algo por lo que tenía que pasar. Para mí fue necesario haber estado ahí para darme cuenta que no es lo que realmente me gusta. Igualmente, actuar es algo precioso, que me encantó hacer y existe la posibilidad de que algún día lo vuelva a hacerlo. Pero en este momento no está en mis planes.

¿Crees que un músico cuando entra a la televisión pierde cierta credibilidad?

Generalmente parece que es así. Pero, no se… Yo me metí a grabar en la televisión porque realmente necesitaba experimentar eso. Se me presentó la oportunidad de protagonizar una tira que, al principio, el argumento estaba buenísimo. Porque tenía que ver con la música y con el rock nacional. La verdad es que me identificaba bastante porque son mis influencias. Me sentía muy cerca de eso. Pero, después, se fue armando distinto y bueno, terminó raro… al final no era sobre música. Era una telenovela mexicana. (risas).

El Espejo, dentro de tu estilo, se podría definir como un disco de rock&roll. ¿No?

Sí, es un disco más explosivo, más rápido. Tiene mucha garra. A mí me encanta porque siempre escuché rock y, especialmente, rock nacional. Aunque en realidad escucho música muy variada, en está rama es donde me siento más cómoda.

Eso se nota. Incluso tenés un color de voz parecido al de Fabiana Cantilo…

Sí, ya me lo han dicho otras veces. Ella me encanta, me parece una artista genial. Pero, en realidad, trato de ser yo misma, de buscar un camino propio.

En las letras del disco hay muchas referencias al tiempo. Es raro que alguien se preocupe por ese tema a los 20 años…

Bueno… El tiempo fue mi aliado (risas). No te olvides que a mí me pasó todo muy rápido. A los once empecé a cantar y a los catorce hice mi primer disco. Me fuí a España y grabé con una banda que no era la mía. Firmé un contrato con la compañía y empecé a laburar, a tocar, a salir de gira. Fue como todo muy rápido…

Tenes una veta reflexiva, y ello también se nota en tus canciones.

Si, totalmente. El disco está muy pensado y es muy profundo además. Yo lo siento así.

¿Que le hayas puesto como nombre El Espejo, tiene que ver con esto?

Puede ser. Hace muy poco hice una poesía que hablaba del espejo y me pareció muy interesante ponerla en este disco, porque todas estas canciones están dentro de él. Reflejan mucho. Además, cuando uno se mira frente al espejo está viendo la realidad del asunto.

¿Y te gusta lo que ves cuando te paras frente al espejo?

A veces no (risas)… Pero trato de buscar lo que no me gusta para cambiarlo e ir para adelante

Fuente: www.10musica.com