Acaba de sacar su tercer disco, "El espejo", con dos temas propios y producido por ella. Dice por qué no vuelve a la televisión.
El señor Daniel Herrero, vecino de Berazategui y fanático
del rock nacional, les legó a sus hijos la pasión por la música. Tanto que su
hija mayor, Daniela, se convirtió en cantante profesional con apenas 14 años.
Hoy, esa chica que además fue protagonista de una tira de televisión —Costumbres
argentinas— va por su tercer disco, El espejo, y muestra una
madurez fuera de lo común para sus 20 años recién cumplidos. Como broche,
Daniela, abrirá los shows de la canadiense Avril Lavigne, el 17 y 18 de
setiembre en Obras.
"Este es un disco muy de adentro mío
y creo que es porque estoy pasando uno de los mejores momentos con la música",
dice Daniela, quien además compuso dos temas y produjo el álbum.
La cantante confiesa que el disco nació
después de un año de estar totalmente afuera del medio. "Estaba con el ánimo
muy bajo, no sabía muy bien qué hacer ni adónde ir. Pasé un año bastante crítico,
estaba como guardada porque sentía que tenía que pensar bien qué quería
hacer con mi profesión".
Pero la introspección rindió. El disco
reúne potencia rockera con baladas pegadizas. "Ese tiempo que me tomé fue
necesario: conseguí tener claridad sobre lo que quería hacer y asegurarme de
que iba por buen camino porque en los otros discos no pude involucrarme. Nunca
me había hecho cargo y está bueno hacerse cargo de lo que a uno le
gusta".
¿Fue difícil estar más de un año alejada de la
televisión y la música, después de protagonizar una tira y sacar un disco que
fueron éxitos?
Fue duro porque me ofrecieron muchísimas
cosas, sobre todo para hacer televisión, pero no era lo que yo quería en ese
momento por el trajín que fue hacer un protagónico como el de Costumbres
argentinas en 2003. También me ofrecieron obras de teatro que estaban
buenas pero eran infantiles y yo quería despegarme de todo eso. Me dediqué a
estudiar guitarra y algo de técnica musical, y eso me ayudó mucho para generar
ideas y producir el disco.
¿No
vas a trabajar más como actriz?
La pasé bárbaro haciendo lo que hice,
y fue lindo compartir con el resto de la gente del elenco, que fueron excelentes
compañeros. Aprendí mucho y me sirve para moverme en el escenario, pero no
sentía que me llenaba. Tampoco es que compuse un gran personaje. Hice de una
chica sencilla, sensible, que se parecía mucho a mí. Si me proponen algo muy
interesante (en cine o teatro o tele), lo haría. Pero por ahora me identifico más
como cantante. Y llevar adelante las dos cosas a la vez, no se puede: no te da
la cabeza ni el cuerpo.
Daniela tampoco siente como una
desventaja no contar con la popularidad que da la televisión. "Me ayudó
muchísimo la masividad pero hasta un punto. También se te puede venir en
contra".
El piano que tocaba el abuelo y los
discos de Los Beatles, Pink Floyd, Joni Mitchell, Charly García, Fito Páez y
otros que descubrió por su papá, le dieron a Daniela un piso sólido desde
donde empezar a caminar. Tanto como para que el productor Afo Verde la invitara
a participar en el disco de Fabiana Cantilo Inconciente colectivo.
Daniela puso su voz en Nada es para siempre y compartió el estudio de
grabación con Fito, Gustavo Cerati y otros músicos. "Yo no podía creer
estar ahí, estaba nerviosa, porque es fuerte estar al lado de esos monstruos,
pero me trataron re bien. Fabi me dice mi polla
y a mí me da mucha risa".
Daniela ya llamaba la atención de
chiquita cuando cantando blues, jazz y boleros. "Me gustaba hacer de todo
un poco, hacía tangos y temas de Sandro por mi mamá, que es fanática. Después
me fui más al rock pop, me definí y esto es lo que más me gusta ahora. Todo
fue muy de a poco, pero estoy muy contenta de que haya sido así", cuenta.
Con los primeros dos discos, Daniela
conquistó a un público de corta edad. "Es que a los 14 hacía canciones
para chicos como yo. Pero a medida que vas creciendo, va cambiando la voz y
también cambian las canciones y el público. Ahora crecí, hablo de otras cosas
y no me sale algo aniñado. Eso fue en otra etapa". Ahora, Daniela se
siente con la madurez suficiente como para mostrar su faceta de compositora, que
tiene que ver con sus momentos de inestabilidad o de felicidad. "Y con los
cambios constantes que te impone la vida". A pesar de la claridad mental
que contrasta con su carita de nena, Daniela no se siente fuera del molde.
"Me siento como otras chicas de mi edad, tengo miles de dudas pero creo que
para hacer lo que te gusta tenés que dar batalla, llegues o no. Hay que tener
mucha paciencia y así vas aprendiendo. A algunas personas tener las cosas
claras les lleva mucho más tiempo. Eso me parece re normal porque
el ser humano es muy inseguro".
Ahora que hay tantos chicos que cantan, salidos de
los realities shows, ¿qué opinás?
Es raro, yo no lo haría pero respeto
que otros quieran hacerlo. Hay mucho talento en todos lados y es válido que
existan caminos distintos. Hay gente que se imagina este mundo como algo que en
realidad no es y otros de verdad deben tener ganas de hacer música. A mí me
parece que no se puede hacer una carrera en tan poco tiempo. ¿Cuánto puede
durar eso?. Ojo, de lo mío también se puede decir lo mismo, pero las pruebas
están a la vista.
La chica de Berazategui se mudó sola
hace un año, tiene un perro, Fausto, y está de novia. Pero siempre vuelve a la
casa de los viejos donde están las raíces, los afectos y los discos de papá
Daniel que le marcaron la vida y la hicieron largarse a cantar.